Los espacios interiores son generosos, con techos altos que dejan entrar la luz natural y la ventilación. La vista hacia el parque es tan importante como la vista hacia la vegetación interna del edificio: eso devuelve importancia al paisajismo y procura un espíritu de vida de barrio para sus habitantes. El énfasis no es ornamental: los espacios verdes, además de filtrar el aire y oxigenarlo, benefician el estado mental y anímico de los ciudadanos.

Las áreas comunes, además de tener ambientes típicos como recepción y lobby, tienen una zona de lavado de equipos acuáticos y deportivos, y estacionamiento para bicicletas y motos, como una manera de fomentar un estilo de vida saludable. Todas estas preocupaciones se ven reflejadas en la
materialidad del edificio.

Las fachadas están hechas de concreto expuesto pigmentado con un sutil tono verde, detallado y modulado con mucho cuidado, así como bloquetas de concreto. El patrón vertical en el concreto expuesto se complementa con una serie de cables verticales tensados, que crean un armazón para plantas trepadoras que eventualmente envuelven el edificio.